El melasma es una condición de la piel que causa manchas oscuras y descoloridas en áreas expuestas al sol, como la cara. Aunque la causa exacta del melasma no se comprende completamente, se sabe que surge debido a una combinación de factores, incluyendo:

1. Exposición al Sol: La radiación ultravioleta (UV) del sol estimula la producción de melanina en la piel, lo que puede provocar la aparición de manchas oscuras.

2. Cambios Hormonales: El melasma es más común en mujeres y se asocia frecuentemente con cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo (conocido como “cloasma” o “máscara del embarazo”), el uso de anticonceptivos orales o la terapia hormonal.

3. Predisposición Genética: Las personas con antecedentes familiares de melasma tienen mayor probabilidad de desarrollarlo.

4. Factores Ambientales: La exposición a la luz ultravioleta, ciertos medicamentos y cosméticos, así como el estrés, pueden contribuir al desarrollo del melasma.

5. Inflamación de la Piel: Cualquier tipo de inflamación o irritación de la piel puede activar la producción de melanina, exacerbando el melasma.

Para gestionar el melasma, se recomienda usar protector solar diariamente, evitar la exposición prolongada al sol y consultar a un dermatólogo para tratamientos específicos que pueden incluir cremas despigmentantes, peelings químicos o tratamientos con láser.